Inharrime, Enero de 2017
Queridos amigos, padrinos, madrinas y todos los que habitáis mi corazón.
¡Cómo me hubiera gustado estar más en contacto con todos y cada uno de vosotros! Desafortunadamente no me fue posible.
Sé que nos habéis acompañado en nuestras actividades a través de las varias comunicaciones de la Asociación de Amigos de Inharrime España, cosa que agradezco.
Todas las actividades y responsabilidades asumidas a lo largo del año 2016 me impidieron que compartiera las acciones más significativas, pero aquí estoy ahora para agradeceros vuestra presencia amig
a a lado de nuestras niñas, no solamente por vuestra anualidad sino que también por los recuerdos, cartas, postales y tanto, tanto cariño. ¡Muchas gracias!
Las hermanas de la comunidad, a pesar de ser solamente cinco para todas las tareas, procuramos dar respuesta a las exigencias del Centro, de las escuelas, pastorales y del programa de apadrinamientos.
Fue linda y muy positiva la permanencia de los voluntarios y voluntarias a lo largo del año. Cada uno imprimió su toque especial día tras día manifestando lo mejor de su ser. Los buenos resultados académicos de las niñas han sido alcanzados en parte gracias al refuerzo escolar y acompañamiento de los jóvenes voluntarios.
En relación al programa de apadrinamientos, las niñas y niños apadrinados van aumentando cada día y ya superan los 800. Todo lo que a ellos se refiere, ha sido realizado con competencia y amor por los voluntarios españoles. Solo quien se sumerge en ese servicio entiende lo que se exige para que los niños y niñas reciban cada trimestre la alimentación a la que tienen derecho gracias a vuestra aportación.
Por otro lado y como todos los años, las jóvenes que han dejado el Centro llevaran en el corazón un profundo sentimiento de gratitud por toda la ayuda recibida. Los nombres que van continuar su camino fuera del centro para estudiar en la universidad o en institutos de grado medio son: Valeria, Tânia, Olencia, Catarina Alice, Abiba, Rinalda y Esaltina, Pascoa. En cuanto a Angélica, Berta, Clara, Adercia, Mariazinha y Ângela continúan sus estudios satisfactoriamente.
Como podéis observar, unas salen y otras entran pero lo importante es que el Centro sea casa que acoge y educa, dando a estas niñas, que se van convirtiendo en mujeres, criterios y valores que les permitan llevar una vida digna.
Con relación a las infraestructuras del Centro, en el año 2016 se terminó el techo del pabellón deportivo e iniciamos la construcción de la biblioteca y sala de profesores para la escuela primaria, obra cuya finalización es inminente. Esperamos poder inaugurarla el día 7 de Abril, una fecha bonita para la mujer mozambiqueña. Espero que sea esta construcción la que cierre las muchas obras que a lo largo de estos años se han edificado. Al pensar en la frase del himno nacional mozambiqueño que dice: “piedra a piedra construyendo un nuevo día…” viajo a lo largo de los 12 años en donde, piedra a piedra, se ha construido este pequeño mundo, y alabo a Dios Padre, por permitir que los más pobres tengan una casa, una escuela y en definitiva, una familia.
Queridos amigos, sé que no os cansáis que hacer el bien. Los últimos os necesitan.
Un abrazo gigante y todo el cariño de vuestra Hermana Lucília Teixeira.